La última campaña de Quala, ha bombardeado a los colombianos con un nuevo producto destinado para ellos: el shampoo para hombres que a través del difícil y arriesgado lenguaje humorístico logra convencernos de la discriminación hacia los hombres en este campo.
Uno de los elementos vitales de los spots de Ego, es la argumentación del hecho de que en verdad no se han tenido en cuenta a los hombres para estos productos y el análisis de los mensajes existentes, que se direccionan hacia un mercado femenino, donde las necesidades abarcan un sin número de posibilidades que van desde el tipo de cabello, hasta el color y el volumen.
Es una campaña machista, pero eso no significa que este mal, al contrario, han aprovechado el abandono de los hombres en los productos para el cabello y así dirigirse a un público específico que nunca ha podido decidir sobre su shampoo.
Enfatiza en las necesidades de los hombres, que nada tienen que ver con el liso extremo o los rizos definidos. Enmarca la diferencia de géneros en su discurso, y es apenas lógico, puesto que en la complejidad de sexos somos diferentes y eso es lo que nos hace ricos en términos de sociedad.
Sin embargo, el discurso no es el único elemento de los spots, se conjugan el
ajuar, siempre de negro, expresando la sobriedad en el color, muy masculino y precisamente alejado de los estereotipos de Paola Andrea Betancourt corriendo por los campos de trigo con su cabello color miel.
Se percibe la analogía entre el actor y el envase del shampoo, negro y brillante, además de evidenciar que la actitud del actor va de la mano con el nombre: Ego, puesto que en su discurso se muestra cierta exigencia de respeto, en cuanto a sus necesidades y diferenciación del género femenino.
En los comerciales es más importante el discurso que el shampoo en sí mismo. Se conjugan el manejo de los primeros planos y planos medios que enfatizan en el actor y su atuendo masculino, sólo al final muestran el shampoo.
Es un juego publicitario donde se conjugan elementos persuasivos directos que penetran en la sensibilidad de los hombres.
Es una campaña que retoma un publico que ha sido excluido de los productos para el cabello, aprovecha su abandono y los captura cambiándoles la idea de sí mismos, creándoles la necesidad de cambiar de shampoo y fundamentar su hombría en el Ego.
Uno de los elementos vitales de los spots de Ego, es la argumentación del hecho de que en verdad no se han tenido en cuenta a los hombres para estos productos y el análisis de los mensajes existentes, que se direccionan hacia un mercado femenino, donde las necesidades abarcan un sin número de posibilidades que van desde el tipo de cabello, hasta el color y el volumen.
Es una campaña machista, pero eso no significa que este mal, al contrario, han aprovechado el abandono de los hombres en los productos para el cabello y así dirigirse a un público específico que nunca ha podido decidir sobre su shampoo.
Enfatiza en las necesidades de los hombres, que nada tienen que ver con el liso extremo o los rizos definidos. Enmarca la diferencia de géneros en su discurso, y es apenas lógico, puesto que en la complejidad de sexos somos diferentes y eso es lo que nos hace ricos en términos de sociedad.
Sin embargo, el discurso no es el único elemento de los spots, se conjugan el
ajuar, siempre de negro, expresando la sobriedad en el color, muy masculino y precisamente alejado de los estereotipos de Paola Andrea Betancourt corriendo por los campos de trigo con su cabello color miel.
Se percibe la analogía entre el actor y el envase del shampoo, negro y brillante, además de evidenciar que la actitud del actor va de la mano con el nombre: Ego, puesto que en su discurso se muestra cierta exigencia de respeto, en cuanto a sus necesidades y diferenciación del género femenino.
En los comerciales es más importante el discurso que el shampoo en sí mismo. Se conjugan el manejo de los primeros planos y planos medios que enfatizan en el actor y su atuendo masculino, sólo al final muestran el shampoo.
Es un juego publicitario donde se conjugan elementos persuasivos directos que penetran en la sensibilidad de los hombres.
Es una campaña que retoma un publico que ha sido excluido de los productos para el cabello, aprovecha su abandono y los captura cambiándoles la idea de sí mismos, creándoles la necesidad de cambiar de shampoo y fundamentar su hombría en el Ego.
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